lunes, 1 de diciembre de 2014

Los Reflejos de las Folies Bergère

Un Bar de la Folies Bergère, Èdouard Manet

Sería éste el último trabajo de Manet, para ese momento estaba ya muy enfermo, y la enfermedad le hacía imposible pintar el cuadro en un solo momento. Y es justo eso lo que resuelve el dilema en la falta de lógica en la percepción y la ubicación de los diferentes escenarios... ¿Diferente escenarios?
Efectivamente, el palco para los asistentes, la barra del bar y el área de los "shows", se encuentran en tres sitios totalmente diferentes, desde los cuales sería imposible tener a la vista alguno de los otros dos.

Manet entonces optó por un recurso que no fue bien visto dentro de los impresionistas, unió una serie de bocetos que tomó en el local en distintas ocasiones y los unió en la composición final. Además, citó a Suzon en su estudio para posar y que pudiese incluirla dentro de la pintura, motivo por el cual, la luminosidad del verdadero Bar y la del cuadro son tan distintos.

Entonces... ¿El espejo es una ilusión óptica? ¿Un truco del gran Manet? Así es, Manet emplearía el espejo para poder representar y reunir todos estos escenarios, de otro modo hubiese resultado imposible.

Antes de morir nos dejaría sin duda, un cuadro digno de análisis, 
interesante y visualmente muy atractivo.



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