El daguerrotipo fue la primera técnica fotográfica con lo
que se podía captar una imagen permanente y palpable. Consistía en una placa de
cobre recubierta con plata, superficie que debía usarse antes de una hora
específica debido a que era muy sensible a la luz. El tiempo que se demoraba en
tomar un daguerrotipo era de entre diez y veinte minutos, dependiendo de cuánta
luz había. Terminado éste proceso se revelaba la imagen usando mercurio
caliente y se fijaba con una solución de sal común.
Pero ya que sabemos cómo funciona, ¿a quién le debemos este
gran invento? Nada más y nada menos que al inventor Louis Jacques Mandé
Daguerre (1789-1851). Inventor de origen vasco, nació en Cormeilles
(París) el 18 de noviembre de 1787. Su interés por mejorar el mundo de la
imagen lo llevó a ser desde un arquitecto aprendiz hasta el diseñador auxiliar
en un teatro de Paris tan sólo a los dieciséis años de edad.
Más tarde hizo un descubrimiento importante por accidente.
En 1835 puso una placa expuesta en su armario químico y encontró después de
unos días, que se había convertido en una imagen latente.
Aunque ya contaba con este descubrimiento no sabía aún cómo
hacer para que la imagen quedara fija. Fue hasta 1837 que por fin después de
tantos intentos pudo fijarla y es aquí donde sale el nombre del famoso
“daguerrotipo”.
Éste es el primer daguerrotipo que se conoce, es del
Boulevard del Temple de París en 1839. Como podemos ver, en la imagen casi no
se ven personas, ¿por qué? Porque como lo mencioné al principio, para poder
captar la imagen se necesitaban de más de 10 minutos en los cuales las imágenes
que se quieren ser captadas no pueden estar en movimiento. Es por eso que las
únicas personas que podemos observar son un bolero y su cliente en la parte
inferior izquierda de la imagen, pues permanecieron en el mismo lugar a la hora
de que se hizo el daguerrotipo.
Aquí algunos ejemplos de daguerrotipos en México:
Caballito de Tolsá, resguardado en el Antiguo Colegio de San Ildefonso |
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